Día Mundial del Cáncer – 4 de febrero

Según Cancer Research UK se estima que casi 1 de 10 casos de cáncer en el Reino Unido pueden prevenirse a través de una buena alimentación.

cancer research uk

Fuente: http://www.cancerresearchuk.org/about-cancer/causes-of-cancer/diet-and-cancer/how-healthy-eating-prevents-cancer

Se sabe que el consumo de carnes rojas y procesadas, la sal, los suplementos de β-caroteno, el alcohol (para el cual no existe una ingesta segura), el tabaco y el sobrepeso y la obesidad (y en especial la obesidad abdominal) aumentan el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. También se conoce que un consumo adecuado de frutas, verduras y hortalizas (y con lo cual también de fibra), la realización de actividad física, el consumo de lácteos y derivados y la lactancia materna reducen la incidencia de ciertos tipos de cáncer. Estas conclusiones, además, se han puesto de manifiesto en este estudio que se acaba de publicar y en el que se realiza una revisión exhaustiva de las evidencias científicas disponibles hasta el momento.

Fruta, verdura y hortalizas

Existen «evidencias probables» de que  el consumo regular de estos alimentos reduce la probabilidad de padecer cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, estómago y pulmón (consumo de fruta)*. Respecto a las frutas cítricas un reciente meta-análisis ha puesto de manifiesto que su consumo está relacionado con una menor incidencia de cáncer de esófago.

Los nutrientes y otros componentes que contienen (ciertas vitaminas -como la C, E y ácido fólico-, polifenoles, carotenoides, compuestos sulforosos…) estimulan la función inmune, modulan el metabolismo de las hormonas, reparan y protegen el ADN de daños, reducen la expresión de genes implicados en la carcinogénesis, bloquean la síntesis de compuestos carcinógenos, etc. Además, los alimentos de origen vegetal por su escaso valor energético, pueden a su vez contribuir en el mantenimiento del peso y composición corporal adecuados (dentro del contexto de una alimentación y estilo de vida saludables) evitando la aparición de sobrepeso y obesidad.

Fibra dietética

La fibra presente en los alimentos citados anteriormente y en otros como las legumbres, frutos secos y cereales integrales, protege fundamentalmente frente al cáncer de colon («evidencia convincente») y frente al cáncer de mama (probable)*. La fibra ni se digiere ni se absorbe en el intestino delgado y aumenta el volumen de las heces favoreciendo el tránsito intestinal y por tanto reduciendo el tiempo de contacto entre las heces (que contienen elementos nocivos) y la pared intestinal. Asimismo, la fibra es el sustrato fundamental de las bacterias que habitan en el intestino grueso y que contribuyen en la síntesis de sustancias beneficiosas para la salud.

También es capaz de reducir la glucosa e insulina plasmáticas después de realizar una comida (con lo que se mejora la sensibilidad a la insulina) y contribuye en la modulación de procesos inflamatorios.

Para cubrir los requerimientos de fibra, vitaminas y minerales diarios se debe seguir la recomendación de las 5 raciones de fruta y verdura al día. Es preferible que al menos una de las raciones de verdura sea en forma cruda y al menos se consuma una ración de cítricos al día: 1 naranja, 1 pomelo, 2 mandarinas, 2 kiwis, un puñado de fresas o un tomate. Si a todo esto le añadimos consumo de legumbres (alrededor de 2 veces por semana), frutos secos y cereales integrales a diario, estaremos cubriendo perfectamente el requerimiento de fibra que es de 25g al día.

Lácteos

Existen evidencias probables de que los lácteos contribuyen en la prevención del cáncer de colon y recto*. Esto se debe de nuevo a que modulan procesos inflamatorios. También se estima que el aporte de calcio de los productos lácteos y en menor medida, la vitamina D y la lactoferrina ejerzan un efecto preventivo. No obstante, se sugiere, aunque no es concluyente, que un consumo elevado de productos lácteos pueda estar relacionado con el cáncer de próstata.

Lactancia materna

Las últimas evidencias científicas atribuyen a la lactancia materna un efecto preventivo frente al cáncer de mama*. La práctica de la lactancia materna fomenta la eliminación de células que han sufrido daños en su material genético, fomenta también la diferenciación de células mamarias y reduce la exposición a hormonas sexuales durante la amenorrea.

Actividad física

Existen evidencias convincentes de que la actividad física puede prevenir la aparición de cáncer de colon, y evidencias probables respecto al cáncer de mama, endometrio y pulmón*.

La actividad física ejerce un efecto beneficioso inmediato, reduciendo la concentración de elementos que circulan en el plasma sanguíneo (hormonas -estrógeno-, factores de crecimiento, insulina e IGF1) que están implicados en la proliferación celular y el desarrollo de la obesidad. También mejora la sensibilidad a la insulina, potencia el sistema inmune, reduce el estrés oxidativo y los marcadores inflamatorios.

Recomendaciones generales

La prevención frente al cáncer es clave en cualquier etapa de la vida y se sabe que adoptando unos hábitos de vida adecuados como son el seguir una dieta saludable, practicar actividad física regular y eliminar el consumo de tabaco y alcohol se reduce en un 70% la probabilidad de padecer cáncer en algún momento de la vida.

*Tabla 2 y Figura 2 de: Latino-Martel, P., et al., Alcoholic beverages, obesity, physical activity and other nutritional factors, and cancer risk: A review of the evidence. Crit Rev Oncol/Hematol (2016), http://dx.doi.org/10.1016/j.critrevonc.2016.01.002